El sueño de Marcia
Pilato quiero contarle los sueños que me asaltaron, las terribles pesadillas que mi noche acongojaron.
Dragón de siete cabezas, cernido sobre ciudad, busca y justo, al hombre justo, pa’ poderlo devorar.
¡Mil serpientes, cabellera...
hambre viejo. Vieja sed! Venganza en su seno oscuro, a un justo quiere tener.
Y lo busca retorciendo su aguijón por la cuidad, y sus garras se apoderan de la casa de Caifás.
Y su boca se relamen ya casi esta en su poder, y arrastra su vientre opaco hasta el palacio de Usted.
¡No me desprecie Pilato, no lo haga por esta vez! Un justo hay en esta casa y usted bien sabe quien es.
Pilato entonces medita
“De peste se inundaría la burocracia ese día si la envidia fuese peste.
Entonces ¿Qué hare con este, sin demostrar cobardía?”
Se usaba para la Pascua dejar suelto a un detenido.
“Ya lo tengo, no he perdido.
Les propongo liberar a Jesús o Barrabas.
¿Cuál es el hombre elegido?”
“¡Suéltanos a Barrabas!”
Grita el coro de soplones.
“¿Qué nos importan razones
de Justicia y de Decencia?”
¡Prefieren hijo’ e violencia al manso de las Naciones!